Tras el verano y la vuelta a la rutina dan comienzo unos meses que son ideales para realizarse terapias para el bienestar de la piel.
Hoy en día podemos encontrar numerosas técnicas que pueden mejorar el daño cutáneo que ha podido producir el sol a lo largo de todo el verano.
Hay que tener en cuenta que no solo debes cuidar tu piel para evitar las antiestéticas marcas que deja la radiación ,sino que debemos protegernos bien para evitar posibles enfermedades futuras.
Pasos para cuidar tu piel:
- Limpieza: lo primero que debemos hacer es eliminar todas las impurezas que se han ido acumulando durante el verano. Puedes utilizar leche limpiadora que a menudo están muy enriquecidas con sustancias nutrientes e hidratantes. Debes tener siempre en cuenta el tipo de piel; si es grasa debes usar productos astringentes, si la tienes seca, una crema muy cremosa con agentes nutritivos, y si la tienes sensible; deberás usar limpiadores con efectos calmantes.
- Exfoliación: para poder conseguir una piel suave y luminosa, la exfoliación es un paso que no te puedes saltar. Debes exfoliar tu cuerpo al menos una vez a la semana mediante movimientos rotatorios. ¡No tengas miedo! la exfoliación no elimina el moreno.
- Hidratación: debes hidratar tu piel para darle eleasticidad y flexibilidad. La crema hidratante que debes utilizar debe contener principios activos, emolientes y reparadores que contengan vitaminas, aceites, grasas…
- Nutrición: tengas el tipo de piel que tengas, debes nutrirla siempre ya que representa un tratamiento de choque para la piel dañada con el sol. Estas cremas suelen contener vitaminas y extractos que retrasan el envejecimiento de las células. Puedes aplicarlos tanto por la mañana como por la noche.
Si sigues estos consejos que te hemos dado reestructurarás cualquier daño que haya podido generar el sol en tu piel además de poder mantener el bronceado durante más tiempo, si no es así o ves que no recuperas o ves algo raro, no dudes en pedir cita con tu médico o dermatólogo.