Entre las últimas tendencias en tratamientos de belleza destaca la mascarilla hecha con micropartículas de oro, uno de los cosméticos faciales más eficaces para reducir los signos de envejecimiento, otorgar uniformidad al rostro y aportarle luminosidad.
A pesar de que es un producto considerado innovador, se dice que era uno de los secretos de belleza de Cleopatra y la causa de que mantuviera si belleza intacta durante tanto tiempo.
El oro posee un alto contenido en antioxidanes, es antialérgico y aporta energía a las células. Penetra en la piel activando la formación de colágeno, por lo que mejora notablemente la elasticidad y firmeza de la piel.
Actúa como antioxidante, impidiendo la formación y acumulación de radicales libres.
La mascarilla facial de oro crea un efecto reparador y remineralizante sobre la piel. Atenúa los signos de cansancio proporcionando un tono uniforme a la piel.
Beneficios de la mascarilla de oro:
- Aporta energía a las células.
- Hidrata.
- Combate todos los signos de la edad: arrugas, líneas de expresión, bolsas,..
- Ayuda a disimular las arrugas y reduce las líneas de expresión.
- Tonifica y aporta firmeza.
- Revitaliza la piel.
- Estimula la circulación sanguínea.
- Devuelve el brillo y luminosidad al rostro, unificando el tono.
Está indicada para todo tipo de pieles y, dados sus beneficios, es especialmente eficaz en pieles desvitalizadas y faltas de tono.
Cómo debemos aplicar la mascarilla de oro
- Debe aplicarse con la piel desmaquillada y limpia.
- Podemos aplicarla con los dedos, formando una capa uniforme sobre la piel.
- Debemos dejar que seque unos 20 o 25 minutos antes de retirarla.
- Si la hemos aplicado bien, con una capa lo suficientemente uniforme, y hemos dejado que seque bien, saldrá de una pieza.
- Se recomienda tonificar después la piel con un tónico facial.
Las mascarillas faciales aportan beneficios a nuestra piel y son perfectas para incluirlas una vez a la semana en nuestras rutinas de belleza.