La leche limpiadora debe ser parte de tu rutina facial, ya que te ayudará a eliminar las impurezas y restos de maquillaje. A este tipo de productos cosméticos a menudo se les conoce como emulsión desmaquillante.
Además, con frecuencia se utiliza en prácticamente todos los tratamientos faciales que requieren de una limpieza previa a profundidad. Por supuesto, la leche limpiadora es usada generalmente para el desmaquillado diario.
¿Cuáles son las características de la leche limpiadora?
Muchas veces se confunde la crema limpiadora con la leche limpiadora. Aunque su propósito es el mismo, existen sutiles diferencias que vale la pena mencionar. Estas son las principales características de la leche limpiadora:
- Tiene una textura mucho más fina y lechosa.
- Además, esta elaborada con emolientes y aceites ligeros.
- Por lo general no contiene sulfato.
- Realiza la limpieza de tu rostro sin eliminar los aceites naturales de la piel.
- No hace espuma y es hidratante.
- La piel no queda tirante ni seca después del enjuague.
¿Cómo aplicar la leche limpiadora en tu rutina facial?
- Lo primero que debes tener en cuenta es que tu rostro no debe estar húmedo.
- Si enjuagas tu rostro antes de aplicar la leche limpiadora, el producto se diluirá.
- Recuerda también que la leche limpiadora está formulada con aceites, los cuales atraen la grasa de tu rostro.
- Por lo tanto, te ayuda a deshacer y quitar el maquillaje o la suciedad de la piel.
- Comienza masajeando tu rostro seco con la leche limpiadora.
- Asegúrate de masajear a fondo tu rostro con la leche limpiadora, incluye el cuello.
- Debes hacer movimientos circulares ligeros con las yemas de los dedos. Haz esto durante 30 segundos más o menos.
- Cuando termines, enjuaga tu rostro con agua tibia perfectamente.
- Nunca dejes sin enjuagar tu piel después de aplicar la leche limpiadora, ya que siempre debe eliminarse correctamente antes de seguir con tu rutina facial.
